Cirugía de Tumores en la Glándula Hipófisis

Los tumores de hipófisis se forman en la hipófisis, un órgano del tamaño de una arveja situado en el centro del encéfalo, justo encima de la parte posterior de la nariz. A veces, se llama a la hipófisis «glándula endocrina principal» porque elabora hormonas que afectan el funcionamiento de muchas partes del cuerpo. También controla las hormonas que producen muchas otras glándulas del cuerpo.

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Los tumores de hipófisis se dividen en los tres grupos siguientes:

  • Adenomas hipofisarios benignos: son tumores que no son cancerosos. Estos crecen muy lentamente y no se diseminan desde la hipófisis hasta otras partes del cuerpo.
  • Adenomas hipofisarios invasivos: tumores benignos que se pueden diseminar hasta los huesos del cráneo o la cavidad de los senos paranasales debajo de la hipófisis.
  • Carcinomas hipofisarios: tumores que son malignos (cáncer). Estos tumores de hipófisis se diseminan hasta otras áreas del sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) o fuera del sistema nervioso central. Muy pocos tumores de hipófisis son malignos.

Los tumores de hipófisis se subdividen en no funcionantes o funcionantes.

  • Los tumores de hipófisis no funcionante no producen cantidades adicionales de hormonas.
  • Los tumores de hipófisis funcionantes producen una cantidad mayor de la normal de una o más hormonas. La mayoría de los tumores de hipófisis son tumores funcionantes. La cantidad adicional de hormonas que producen los tumores de hipófisis a veces causa ciertos signos o síntomas de enfermedad.

Las hormonas de la hipófisis controlan muchas otras glándulas del cuerpo.

Entre las hormonas que produce la hipófisis se incluyen las siguientes:

  • Prolactina: hormona que hace que las mamas de una mujer produzcan leche durante y después del embarazo.
  • Hormona adrenocorticotrópica (HACT): hormona que hace que las glándulas suprarrenales elaboren una hormona que se llama cortisol. El cortisol ayuda a controlar el uso del azúcar, las proteínas y las grasas en el cuerpo, y ayuda al cuerpo a combatir la tensión.
  • Hormona del crecimiento: hormona que ayuda a controlar el crecimiento del cuerpo y el uso del azúcar y la grasa en el cuerpo. La hormona del crecimiento también se llama somatotropina.
  • Hormona estimulante de la tiroides: hormona que hace que la glándula tiroideaelabore otras hormonas que controlan el crecimiento, la temperatura del cuerpo y la frecuencia cardíaca. La hormona estimulante de la tiroides también se llama tirotropina.
  • Hormona luteinizante (HL) y hormona foliculoestimulante (HFE): hormonas que controlan el ciclo menstrual en las mujeres y la elaboración de espermatozoides en los hombres.

Tener ciertas afecciones genéticas aumenta el riesgo de presentar un tumor de hipófisis.

Cualquier cosa que aumenta la probabilidad de tener una enfermedad se llama factor de riesgo. La presencia de un factor de riesgo no significa que enfermará de cáncer; pero la ausencia de factores de riesgo tampoco significa que no enfermará de cáncer. Consulte con su médico si piensa que está en riesgo. Los factores de riesgo de los tumores de hipófisis incluyen tener las siguientes enfermedades hereditarias:

  • Síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 1 (NEM-1).
  • Complejo de Carney.
  • Acromegalia familiar aislada.

Entre los signos de un tumor de hipófisis se incluyen problemas de visión y ciertos cambios físicos.

El crecimiento del tumor, las hormonas que este produce u otras afecciones pueden provocar signos y síntomas. Algunos tumores no causan signos o síntomas. Consulte con su médico si tiene cualquiera de estos problemas.

Signos y síntomas de un tumor de hipófisis no funcionante

A veces, un tumor de hipófisis presiona o daña partes de la hipófisis, haciendo que deje de elaborar una o más hormonas. Cuando la cantidad de cierta hormona es muy baja, se afecta el funcionamiento de la glándula o el órgano que la hormona controla. Es posible que se presenten los siguientes signos y síntomas:

  • Dolor de cabeza.
  • Alteración de la visión.
  • Pérdida del vello corporal.
  • En las mujeres, períodos menstruales menos frecuentes, ausencia de menstruación, o falta de leche en las mamas.
  • En los hombres, pérdida de vello facial, crecimiento del tejido de la mama e impotencia.
  • En las mujeres y hombres, disminución del impulso sexual.
  • En los niños, retraso del crecimiento y desarrollo sexual.

La mayoría de los tumores que elaboran la HL y la HFE no producen suficientes hormonas adicionales como para causar signos y síntomas. Estos tumores se consideran tumores no funcionantes.

Signos y síntomas de un tumor de hipófisis funcionante

Cuando un tumor funcionante elabora hormonas adicionales, los signos y síntomas dependerán del tipo de hormona que produce.

Demasiada prolactina puede causar los siguientes problemas:

  • Dolor de cabeza.
  • Alteración de la visión.
  • Períodos menstruales menos frecuentes, ausencia de menstruación, o periodos con flujo muy escaso.
  • Problemas o incapacidad para quedar embarazada.
  • Impotencia en los hombres.
  • Disminución del impulso sexual.
  • Flujo de leche de las mamas en una mujer que no está embarazada ni amamantando.

Demasiada HACT puede causar los siguientes problemas:

  • Dolor de cabeza.
  • Alteración de la visión.
  • Aumento de peso en la cara, el cuello y el tronco del cuerpo y brazos y piernas delgados.
  • Un bulto de grasa en la nuca.
  • Piel delgada, en ocasiones con estrías púrpuras o rosadas en el pecho o el abdomen.
  • Moretones que aparecen con facilidad.
  • Crecimiento de vello fino en la cara, la parte superior de la espalda o los brazos.
  • Huesos que se quiebran con facilidad.
  • Ansiedad, irritabilidad y depresión.

Demasiada hormona de crecimiento puede causar los siguientes problemas:

  • Dolor de cabeza.
  • Alteración de la visión.
  • En los adultos, acromegalia (crecimiento de los huesos de la cara, las manos y los pies). En los niños, todo el cuerpo crece hasta tener más altura y tamaño de lo normal.
  • Cosquilleo o adormecimiento en las manos y los dedos.
  • Ronquidos o pausas de la respiración durante el sueño.
  • Dolor en las articulaciones.
  • Más transpiración que la habitual.
  • Dismorfofobia (extremo desagrado o preocupación relacionados con una o más partes del cuerpo).

Demasiada hormona estimulante de la tiroides puede causar los siguientes problemas:

  • Latidos del corazón irregulares.
  • Temblores.
  • Pérdida de peso.
  • Dificultad para dormir.
  • Evacuaciones intestinales frecuentes.
  • Sudoración.

Otros signos y síntomas generales de los tumores de hipófisis son los siguientes:

  • Náuseas y vómitos.
  • Confusión.
  • Mareos.
  • Convulsiones.
  • Secreción o «goteo» nasal (el líquido cefalorraquídeo que rodea el encéfalo y la médula espinal sale por la nariz).
  • AMPLIAR Tamaños del tumor. El tamaño de un tumor se compara con el tamaño de una arveja (1 cm), un maní (2 cm), una uva (3 cm), una nuez (4 cm), una lima (5 cm), un huevo (6 cm), un durazno (7 cm) y un pomelo (toronja) (10 cm).

    Los tumores de hipófisis se describen por su tamaño y su grado, si elaboran hormonas adicionales y si el tumor se diseminó hasta otras partes del cuerpo.

    Se usan los siguientes tamaños:

    • Microadenoma: el tumor mide menos de 1 cm.
    • Macroadenoma: el tumor mide 1 cm o más.

    La mayoría de los adenomas son microadenomas.

    El grado de un tumor de hipófisis se basa en qué tanto ha crecido el tumor dentro del área de encéfalo que lo rodea, como la silla turca (el hueso de la base del cráneo donde se aloja la hipófisis).

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